Cuando se piensa en cómo mejorar la eficiencia del funcionamiento de una planta, el foco de atención se centra en la gestión de la producción o de las operaciones.
Las salas de control son un elemento esencial para aumentar la productividad de las plantas industriales, así como para mejorar la seguridad de los empleados. Son espacios en los que se visualiza y analiza información vital para el funcionamiento eficiente de las plantas, lo que hace que la toma de decisiones sea más rápida y, sobre todo, basándose más en los hechos que en las emociones.
También es importante proporcionar un entorno cómodo y seguro a los operadores, mediante un espacio de control optimizado.
Descubra nuestras recomendaciones para conseguir salas de control óptimas en entornos industriales:
En una industria de procesos, la enorme variedad de datos que hay que procesar, así como la gran diversidad de equipos, el seguimiento logístico, las variables de producción y sistemas de software, hacen indispensables los centros de control centralizados.
La instalación de una sala de control dedicada le permite :
La mayoría de las salas de control industrial requieren un amplio equipamiento técnico y mobiliario, una gran zona de trabajo y espacio para los dispositivos de supervisión y control.
La clave es determinar de antemano y en la fase de diseño si es necesario concentrar todo en una sola sala o si se pueden utilizar varios espacios para diversos aspectos del control en toda la instalación (gestión de la producción, espacio de gestión de crisis, supervisión de máquinas, etc.).
Si su sala de control incluye un videowall, también tendrá que calcular la distancia entre las pantallas y los operadores para tener una buena visibilidad, así como determinar la tecnología de visualización más adecuada (LED, cubos, LCD, ajuste automático del brillo, etc.).
Un problema recurrente para los operadores es el nivel de ruido. Trabajar en un entorno ruidoso contribuye a reducir la productividad y las condiciones de trabajo. Por eso es importante dominar la acústica y reconocer cada factor de ruido para determinar las opciones de diseño más adecuadas para la sala de control.
La norma ISO 11064 establece que el ruido ambiental en los centros de control puede oscilar entre 30 y 45 decibelios. Para cumplir esta norma, se puede reducir el ruido articulando las formas del techo y las paredes, y utilizando materiales que absorban el sonido para las superficies del techo, las paredes y el suelo.
Las alarmas acústicas deben limitarse al personal pertinente, o sustituirse por vibradores y/o alarmas visuales.
Las altas y bajas temperaturas, la humedad, la calidad del aire y la exposición a sustancias químicas son peligros que pueden encontrarse en los entornos industriales. Dependiendo del sector en el que opere, puede ser esencial la instalación de filtros químicos, sensores, alarmas de gas o protección contra explosiones. Por ejemplo, Motilde distribuye sensores que permiten analizar el aire hasta la molécula.
La implantación de una sala de control en una estructura elevada permite a los operarios tener una mejor visión de toda la planta y de los equipos de producción. La elevación, combinada con grandes ventanales, ofrece una vista sin obstáculos de las instalaciones. La sala de control aislada también proporciona un entorno controlado: climatizada, insonorizada, separada de la alta temperatura, la luminosidad y el ruido de la fábrica.
Los sistemas de control y adquisición de datos (SCADA) se utilizan para controlar, supervisar y analizar los dispositivos y procesos industriales. Este sistema visual se compone de software y hardware y permite recoger y mostrar los datos de los equipos industriales. Además, los sistemas SCADA están diseñados para integrar sensores o actuadores a distancia desde las instalaciones industriales.
Las principales funciones de SCADA son las siguientes:
Un VMS (sistema de gestión de vídeo) es una herramienta que puede ser indispensable en una fábrica. No sólo ayuda a gestionar las cámaras y a vigilar las actividades sospechosas, sino también a ver los vídeos grabados para poder investigar las sospechas.
Por ejemplo, es posible detectar anomalías y también desencadenar acciones según escenarios predefinidos.
Los videowalls son herramientas esenciales para los operadores y los directores de producción. Les proporcionan información valiosa, visible en una única superficie de visualización.
En el contexto de un entorno de alto riesgo, ciertas tecnologías (KVM y AV sobre IP, por ejemplo) permiten enviar y controlar el contenido de la pantalla del videowall a una pantalla remota en otra sala, o sala de reserva. El objetivo es garantizar la continuidad de la información incluso en caso de que un incidente comprometa la sala de control.
Tanto si su proyecto se encuentra en la fase de diseño como en la de ejecución, no dude en solicitar la experiencia de Motilde. Estaremos encantados de hablar de su futuro espacio de supervisión: control, supervisión, crisis o mando.
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