Un integrador audiovisual como Motilde pronto instalará más pantallas táctiles que pasivas en las salas de reuniones. Al igual que el videoproyector ha dado paso a la pantalla LCD, las pantallas pasivas están siendo sustituidas gradualmente por pantallas interactivas, y la tendencia se acelera con cada mes que pasa.

Herramientas sencillas y potentes

Una pantalla interactiva en una sala de reuniones nunca es sólo una tableta gigante, que todo el mundo sabe utilizar hoy en día. La capa de Android/IOS ha contribuido a popularizar esta herramienta fácil de usar, que se pone en marcha al instante. La transición del papel a la pantalla es, por tanto, natural, y esta última se beneficia de una implantación rápida y sin complicaciones.

Pero la novedad es que muchas pantallas interactivas están ahora equipadas con un OPS (sistema operativo Windows en la mayoría de los casos): más allá de la función de «tableta gigante», los participantes en una reunión tienen a su disposición todas sus herramientas empresariales (ERP, CAD, herramientas de Internet, etc.) que asociarán con la espontaneidad de una anotación táctil.

En definitiva, la versatilidad de la pantalla táctil la convierte en una herramienta de referencia para múltiples usos en su sala de reuniones: brainstorming, proyectos, formación, creatividad, etc.

Cada vez son más las suites de software

Las pantallas táctiles, antes limitadas a la simple PDI (Pizarra Digital Interactiva), incluyen ahora numerosas aplicaciones desarrolladas específicamente para ellas. La consecuencia lógica es una aceleración del punto anterior: se refuerza la ergonomía y la potencia de la herramienta.

Algunos ejemplos son los post-its electrónicos y la colaboración por vídeo, que son aplicaciones típicas de una pantalla interactiva con una cámara web o incluso una cámara de gran angular de 180º.

Un efecto de generación

Empezando por la generación Y (por no hablar de los millennials), los empleados de hoy han nacido con las manos en las pantallas. Así que, naturalmente, esperan la misma funcionalidad intuitiva de sus espacios de trabajo colectivos.

Caída de precios

La diferencia de precio con las pantallas pasivas se ha ido diluyendo en los últimos años, aunque parece haberse alcanzado una meseta en los últimos meses. Para las pantallas de hasta 55″, sólo unos cientos de euros separan las pantallas táctiles de las pasivas. En cambio, en las pantallas muy grandes, más allá de 90″, la diferencia vuelve a ser notable, pero ¿es realmente útil un panel táctil en estas dimensiones?

Las salas de reuniones se han vuelto colaborativas

Esta es la clave del éxito de estas pantallas.

Hoy en día, una sala de reuniones debe permitir a todos expresarse, confrontar sus ideas y acelerar así las decisiones. Para ello, qué mejor manera que reunir físicamente a los empleados en torno a una herramienta que permita coproducir contenidos de valor añadido, pero también grabar los contenidos seleccionados con un clic.

Si usted también tiene un proyecto de espacio colaborativo o simplemente quiere saber más sobre las herramientas colaborativas, ¡no dude en consultar a Motilde! Nuestro equipo de expertos en integración audiovisual estará encantado de responder a todas sus preguntas.

La manera en que nos reunimos está comenzando a lucir de otra manera…

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