Las ciudades y pueblos tienen que hacer frente a muchos peligros que amenazan la seguridad de sus ciudadanos. Por ello, los municipios se han dotado progresivamente de medios para responder a la fuerte demanda de seguridad de la población. En la encrucijada de estos recursos se encuentra el Centro de Seguridad Urbana, que se ha convertido en la herramienta indispensable para gestionar y dirigir todos estos recursos, a menudo heterogéneos y dispersos por el territorio del municipio. Además, las CSU han ido asumiendo un papel en la gestión de la movilidad en la ciudad.
A continuación, intentaremos resumir la utilidad, las funcionalidades y la organización de una CSU “media”; si bien somos conscientes de la diferencia entre las necesidades de una gran aglomeración y las de un municipio mediano o pequeño, observamos por experiencia que los principios de funcionamiento siguen siendo los mismos.
Centro neurálgico de la red de videovigilancia y videoprotección urbana, el CSU (por Centre de Supervision Urbain, o Centro de Seguridad Urbana) centraliza la grabación y el uso en tiempo real de las imágenes de las cámaras de vigilancia instaladas en las ciudades. También garantiza la coordinación de los medios de seguridad, movilidad, control de la contaminación e incluso comunicación en la vía pública de la aglomeración.
Históricamente, estos Centros de Supervisión Urbana se crearon para responder a los problemas clásicos de daños en la vía pública, el transporte o la delincuencia urbana (terrorismo, delincuencia organizada, carterismo, etc.). Pero con el paso del tiempo, las autoridades municipales han tenido que hacer frente a nuevas y cada vez más variadas amenazas y problemas: delincuencia, movimientos violentos de protesta en la vía pública, inmigración ilegal, ciberataques, contaminación repentina, movilidad urbana, etc. No faltan los temas.
El gran interés de una CSU es idéntico al de las salas de control: reunir en un mismo lugar, en tiempo real, los ojos y la cabeza de la seguridad urbana. Esto supone un enorme factor de eficiencia en comparación con una organización que disponga de los mismos medios pero dispersos en los diferentes servicios del municipio.
Al final, los resultados hablan por sí mismos y la utilidad de la CSU ya no se discute en la política local o incluso nacional. Algunos ejemplos, en Francia:
Se pueden resumir en estos tres principios:
Comprender (ver y oír) /Anticipar /Actuar
En Motilde insistimos en dividir el espacio. Debe considerar cuidadosamente los casos de uso de su CSU: situación de crisis, supervisión ordinaria, preparación de datos para un evento previsible, ….; porque cada uno de estos casos requiere una organización espacial y herramientas diferentes. En particular, no hay que descuidar los espacios periféricos a la sala operativa centrada en el videowall: sala de crisis, espacio multimedia, sala técnica, etc.
La peor situación: encontrarse gestionando una crisis en la sala de control operativa con el alcalde y los cargos electos, los responsables de seguridad y los operadores (que ya no pueden concentrarse en sus pantallas / sensores).
También es importante destacar la necesaria ergonomía de un lugar así. Al final, son los agentes municipales los que hacen que una UEC sea eficaz: hay que hacer todo lo posible para mantenerlos en el mejor estado de concentración y vigilancia.
El último punto importante para la organización de una CSU es la articulación entre el centro de supervisión y la organización sobre el terreno. Por supuesto, ambos deben complementarse en cuanto a las funciones de cada uno y el número de personal. A este respecto, se nos plantea a menudo la cuestión del reparto entre los agentes destinados en el CSU y los destinados sobre el terreno en la ciudad. Es difícil dar un porcentaje preciso, pero según nuestra experiencia, encontramos una proporción de entre el 10 y el 20% en los municipios que ya están equipados.
Por último, también tenemos muchas dudas sobre el coste de un CSU, un parámetro que no es despreciable en estos tiempos . Tampoco aquí hay una norma: hay CSU para todos los presupuestos; pero tratemos de no eludir esta cuestión central: en nuestra experiencia, para una ciudad de tamaño medio, observamos inversiones de entre 50.000 y 300.000 euros sin impuestos
La inversión es, por tanto, importante, pero a menudo es el árbol que esconde el bosque: el coste de funcionamiento (principalmente el personal de guardia y el mantenimiento) debe ser prioritario a la hora de decidir entre las distintas soluciones posibles.
En conclusión, la CSU es una herramienta poderosa pero también compleja en su definición porque recurre a muchas profesiones diferentes. Por ello, no dude en recurrir a un profesional como Motilde para que le ayude en su proyecto.
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